Abbiamo dimenticato ció che le rocce, le piante e gli animali ancora sanno. Abbiamo dimenticato come essere, come essere in uno stato di quiete, come essere noi stessi, come essere dove é la vita: Qui e Ora".
"Dependemos de la naturaleza y no solo para sobrevivir fisicamente. Necesitamos de la naturaleza para que nos muestre el camino a casa, el camino para salir de la prisión de la mente.
Nos perdimos en el hacer, en el pensar, en recordar, en el anticipar, perdidos en un laberinto complejo y en un mundo de problemas.
Olvidamos aquello que las rocas, las plantas y los animales todavía saben. Olvidamos como ser, como ser en un estado de quietud, como ser nosotros mismos, como ser donde está la vida. Aquí y ahora".
Mis viajes a la selva no responden a planes organizados . Toda vez que siento el impulso de viajar se movilizan y se crean situaciones que me impulsan a seguir esa necesidad real, aunque poco clara, para la mente acostumbrada a verificar y a poner a prueba tal necesidad.
Así es como siempre me sorprende encontrarme en el momento exacto del tiempo perfecto, en el espacio adecuado a favor de un encuentro más cercano y más auténtico con mi propia interioridad.
Voy entonces descubriendo que la necesidad parte del deseo de mi alma que crea un contexto posible y altamente estimulante para comprender con mayor responsabilidad y conciencia el sentido de mi viaje.
El aéreo arriva a Tarapoto de nochecita y en ese ritual de llegada el fuerte y penetrante olor a tierra húmeda y aromas particulares de la zona recrea una sensación de plenitud y liberación, cuál rito iniciático que despabila y sacude las somnolencias que son parte del equipaje.
También las vivencias acurrucadas en el corazón, que nacieron en este mismo lugar, despiertan para recordar que otro nuevo inicio va a ser experimentado con nuevas pruebas de conciencia.
La bienvenida es calurosamente amorosa, respetuosa y transmite un entusiasmo particular que infunde valor y confianza. Gente sabiamente simple, despojada de grandes aconteceres.
Habitar este momento no es difícil ... un estado de entrega y serenidad se manifiesta después del contacto directo con las fragancias de la tan cercana foresta; se necesitarán todavía tres horas aproximadamente para entrar en su intimidad.
El equipaje se aligera necesariamente: la energía tiene una cualidad mágica, especial y crea un estado bastante notorio de desapego. Es un estado de percepción donde los temores, las expectativas, los pensamientos, las nostalgias, las resistencias se desplazan, se diluyen y disipan por la acción del viento de una conciencia más clara y expandida.Una conciencia que se revitaliza en cada chispa de luz y busca perpetuarse en infinitos instantes de eterno presente.
En cada inspiración profunda mi alma se libera del desconcierto, del desamor, de la reclusión, del desamparo , reclamando vida para poder seguir impulsándola como reflejo del Espíritu vital que la habita.
Entonces en estos primeros contactos redescubro el sentido del viaje y así siento el impulso de inhalar con fuerza toda la potencia vital encerrada en ese pedacito de tierra que otorga reconocimiento y legitimidad al espíritu de plantas, animales, y a toda forma de vida que puebla su mundo natural.
Mi intención subyacente se expresa de inmediato : ahora sé que, en modo particular, necesito hacer contacto con la alegría , con aquella genuina, que se origina en el centro mismo del corazón, aquella que excede toda emoción y se reconoce como un nivel particular de conciencia que se sostiene más allá de toda situación externa. Aquella que puede dar sentido a las fuertes experiencias de soledad. Aquella que permance en la aceptación de los tránsitos difíciles. Aquella que sabe de los ritmos de la vida y del contínuo fluir de eternos presentes en una dimensión de eternidad y no de continuidad.
Mi intención subyacente se expresa de inmediato : ahora sé que, en modo particular, necesito hacer contacto con la alegría , con aquella genuina, que se origina en el centro mismo del corazón, aquella que excede toda emoción y se reconoce como un nivel particular de conciencia que se sostiene más allá de toda situación externa. Aquella que puede dar sentido a las fuertes experiencias de soledad. Aquella que permance en la aceptación de los tránsitos difíciles. Aquella que sabe de los ritmos de la vida y del contínuo fluir de eternos presentes en una dimensión de eternidad y no de continuidad.
La alegría, esa serena y dulce sensación de bienestar, estaba renaciendo en ese pequeño aeropuerto peruano.
La naturaleza misma será mi maestra: su mismo espíritu que nutre y se manifiesta en cada planta, en cada flor, en pequeños y grandes animalitos , sosteniéndose en fuertes rocas y livianos guijarros, en aguas tranquilas, en torrentes , en finas y persistentes lluvias ... en sorpresivas precipitaciones ... en sus sagradas plantas maestras ... se convertirá en el espejo de mi conciencia.
Annamaria Saracco
Annamaria Saracco
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