El chamanismo representa el más amplio y antiguo sistema metodológico conocido por la humanidad para sanar el cuerpo y la mente. Los datos arqueológicos y etnológicos indican que los métodos chamánicos tiene una antigüedad de por lo menos veinte o treinta mil años. Lo más probable es que estos métodos sean aún más antiguos, porque después de todo, los primates con caracteres humanos han existido en el planeta durante más de dos o tres millones de años.
Hoy en día el sistema de conocimiento chamánico sobrevive principalmente en aquellos pueblos que hasta no hace mucho tiempo, tenían "culturas primitivas". El conocimiento que estos pueblos han conservado fue adquirido a través de las experiencias de cientos de generaciones humanas, en situaciones de vida y de muerte.
Los antepasados de estos pueblos aprendieron y utilizaron este conocimiento cuidadosamente en sus esfuerzos por preservar la salud y la fuerza física, de luchar contra graves enfermedades y hacer frente a la amenaza y al trauma de la muerte.
Los custodios de los métodos antiguos son muy importantes para nosotros porque casi ninguna de sus culturas ha dejado registros escritos. Por este motivo es que solo de sus descendientes contemporáneos podemos aprender los métodos chamánicos.
Hoy en día el sistema de conocimiento chamánico sobrevive principalmente en aquellos pueblos que hasta no hace mucho tiempo, tenían "culturas primitivas". El conocimiento que estos pueblos han conservado fue adquirido a través de las experiencias de cientos de generaciones humanas, en situaciones de vida y de muerte.
Los antepasados de estos pueblos aprendieron y utilizaron este conocimiento cuidadosamente en sus esfuerzos por preservar la salud y la fuerza física, de luchar contra graves enfermedades y hacer frente a la amenaza y al trauma de la muerte.
Los custodios de los métodos antiguos son muy importantes para nosotros porque casi ninguna de sus culturas ha dejado registros escritos. Por este motivo es que solo de sus descendientes contemporáneos podemos aprender los métodos chamánicos.
Sciamanismo - Michael Harner
Lo sciamanismo rappresenta il piú diffuso e antico sistema metodologico conosciuto dall'umanita per guarire il corpo e la mente. I dati archeologici ed etnologici indicano che i metodi sciamanici sono vecchi di almeno venti o trentamila anni. Molto probabilmente questi metodi sono ancora piú antichi, perché dopo tutto, primati con caratteri umani sono esistiti sul pianeta per piú di due o tre milioni di anni.
Al giorno d'oggi il sistema delle conoscenze sciamaniche sopravvive principalmente tra quelle popolazioni che avevano fino a non molto tempo fa "culture primitive".
Le conoscenze che questi popoli hanno conservato furono acquisite attraverso le esperienze di centinaia di generazioni umane, in situazioni di vita e di morte.
I progenitori di questi popoli appresero e usarono con cura queste conoscenze nei loro sforzi di preservare la salute e la forza fisica, di lottare contro gravi malattie e di affrontare la minaccia e il trauma della morte.
I custodi degli antichi metodi sono molto importanti per noi perché quasi nessuna delle loro culture ci ha lasciato documenti scritti. Per questo é solo dai loro discendenti contemporanei che possiamo imparare i metodi sciamanici.
Al giorno d'oggi il sistema delle conoscenze sciamaniche sopravvive principalmente tra quelle popolazioni che avevano fino a non molto tempo fa "culture primitive".
Le conoscenze che questi popoli hanno conservato furono acquisite attraverso le esperienze di centinaia di generazioni umane, in situazioni di vita e di morte.
I progenitori di questi popoli appresero e usarono con cura queste conoscenze nei loro sforzi di preservare la salute e la forza fisica, di lottare contro gravi malattie e di affrontare la minaccia e il trauma della morte.
I custodi degli antichi metodi sono molto importanti per noi perché quasi nessuna delle loro culture ci ha lasciato documenti scritti. Per questo é solo dai loro discendenti contemporanei che possiamo imparare i metodi sciamanici.
giovedì 5 dicembre 2013
Viejo tambor / Alonso del Río
Las danzas más sencillas y en general las más antiguas se bailaban al ritmo que marcaban los pies sobre el suelo, la, voz, el batir de las palmas, o los simples instrumentos de percusión y los tambores, estos métodos aún están vigentes en las culturas griegas y judía, entre los indígenas norteamericanos y en las danzas de los derviches.
En general, los instrumentos más antiguos son el tambor y la flauta, cuyo simbolismo aumentaba y realzaba aún más el de las danzas que acompañaban.
El tambor era un instrumento femenino cuya forma evocaba el círculo de la tierra y el útero, el ciclo de las estaciones, la luna y la mujer; la voz del tambor era la de la Tierra, el latido de la vida en el vientre materno y el oculto poder de la vida dentro del mundo palpable.
Tocar el tambor implicaba invocar a la madre oscura, la Bruja, la oculta fuente de vida que toda mujer lleva dentro, y el compás marcaba el constante ritmo de la vida, la luna y el ciclo menstrual femenino.
Aunque el tambor dejase de sonar, los ritmos naturales continuaban.
La flauta, con su aspecto fálico, era tradicionalmente un instrumento masculino; su música era la voz de la vida mortal, y la melodía que salía de ella representaba las fases visibles de la luna que nacía, crecía, menguaba y finalmente moría.
juntos, la melodía y el ritmo expresaban la naturaleza de lo divino: por eso la música de cada ciclo individual no podía separarse del incesante ciclo rítmico de la fuente de la vida, pues estaba estrechamente unida a él.
Como sucede con la danza, el hecho de tocar el tambor puede hacer desaparecer las restricciones del intelecto y despertar la conciencia del mundo interior, pues este instrumento se transforma en una forma de expresión de las energías creativas y en un nexo con el mundo interior.
Muchas culturas cuentan con sus propios estilos de tambor y lo ejecutan de distinto modo.
En su forma más sencilla es un aro de madera cubierto por una piel, como bodhran irlandés o los instrumentos tradicionales de las culturas indígenas norteamericanas, y el modo más sencillo de tocarlo es marcando un compás con cada golpe. Escucha la voz del tambor y la reverberación que continúa después del golpe.
Siente su ritmo como si se tratase del pulso de la vida, tu sexualidad y tu creatividad, y su voz como la forma y la expresión que les das a esas energías.
Poco a poco aumenta la intensidad del golpe pero mantén el mismo ritmo, y percibe como las energías creativas fluye a través de ti para nacer en el sonido.
Cuando estés lista concluye con un último golpe y, mientras escuchas cómo el sonido se desvanece, siente que tus energías también lo hacen.
"Luna Roja".- Miranda Gray
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